En un marco de profundo dolor, la gery sportivista despidió los restos de Juan Carlos Beltramo, fallecido este sábado en Rosario. Gran cantidad de simpatizantes, dirigentes, ex y amigos se reunieron en el predio de calle 24, en la media mañana soleada del domingo para aguardar el arribo del coche fúnebre que trajo el cuerpo de quien fuera miembro de distintas comisiones directivas de la institución, pero por sobre todo, militante de la causa rojiverde en aquellos años de vacas flacas y mucho amor por los colores. Dueño de un sinnúmero de anécdotas de épocas en las que "no había ni para comprar un clavo", como dijo alguien al pasar y, "salvo para el clásico, en el que sobravan jugadores, había que ir casa por casa a buscar a quienes se calzarían la camiseta los domingos".
Para despedirlo, el presidente de la Institución, Jorge Palacios, usó de la palabra en éstos términos: "La gran familia sportivista ha sufrido una nueva pérdida; hoy estamos despidiendo a otro amigo: ha partido Juan Carlos Beltramo. Pertenecía a una familia de esta ciudad y heeredó de su padre, Carlitos, el amor por la camiseta rojiverde, que a su vez supo transmitir a los suyos. Circunstancias de la vida lo llevaron a trasladarse junto a su familia a Rosario, pero a pesar de la distancia, en todos los acontecimientos importantes de Sportivo, estuvo presente; siendo los más recientes la presentación del libro de la historia de los 90 años y la cena aniversario, en los que tuvo una gran paricipación. Ocupó la Presidencia del Club durante dos períodos: de 1964 a 1967 y de 1977 a 1978, pero aún durante la etapa en que no tenía cargo, su accionar fue fundamental para el desarrollo futbolístico de la Institución. Hubo un momento de la vida de Sportivo que se hizo imprescindible crecer en el aspecto edilicio y todos los esfuerzos se pusieron allí, por consiguiente, el deporte se postergó. Cumplida esta meta, llegó la hora de ubicar al Club en el lugar que correspondía. Y allí apareció Juan Carlos, que con un grupo de amigos puso su entusiasmo, su empuje, su voluntad de ver a Sportivo figurar entre los grandes de la Liga Cañadense. Hoy su club alcanzó las dimensiones con las que él soñó y los contará por siempre, como uno de sus más fieles seguidores. Flaco, descansa en paz."
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