domingo, 21 de septiembre de 2008

UNA HISTORIA... UNA DUDA

La mujer llegó a la radio, mandó al remisero para que la atendiera en el vehículo; allí me contó que necesitaba ayuda y me dejo una nota que, luego lo supe, describía una verdadera tragedia griega. Contaba que diez años atrás perdió su familia en un accidente, que hace un par de año murió su madre y que de ella "heredó" un cáncer que la aproxima a un final que, quiere, no sea lejos de los suyos; tiene familiares que viven en Orán, Salta, y pide para costearse el pasaje, unos $ 450.-.
Los medios leímos la nota y se produjo una explosión. Zulema Ocampo, asi se llama, empezó a recibir donaciones en la Iglesia.
Nuestra emisora fue receptora de muchísimos llamados y hasta un par de donaciones de amigos sensibilizados por la historia.
Simultaneamente una persona nos advierte que esta mujer ya estuvo en la ciudad hace algunos años y que tengamos cuidado para no pedir para quien no lo merezca.
A Zulema le falta una pierna, un buen motivo para necesitar ayuda, pensé.
Fui a hablar con ella y le señalé lo que me habían dicho, me negó que ella anduviera "ganándose la vida" con ese argumento.
Ante la disyuntiva, la dejé con su conciencia y me fuí.
Al momento desaparació sin dar explicaciones. Bueno hubiera sido que usara los medios, los mismos a los que hechó mano para convocar, y explicar que se retiraba. Mucho gente de buena voluntad siguió preguntando por ella.
Dos conclusiones:
1) Zulema se equivocó al "desaparecer" de ese modo. Dejó instalada una duda sobre su situación que talves no merezca.
2) La gente demostró que la sensibilidad no es un bien ausente en esta sociedad. Me quedo con esto.
Luis Blanco

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmm hace un tiempo, no podria decir cuanto, aca en cañada de gomez paso algo similar. la misma historia tragica, y no me animaria a decir que es el mismo nombre, pero,,,,,,,,,
recuerdo que andaba en sillas de ruedas