ADEO Y LA VIOLENCIA, CAMPEONES

El portaviones empató en Las Rosas con Almafuerte y como había triunfado en el partido de ida se quedo con el Clausura. La violencia, que viene invicta, le ganó nuevamente al futbol y parece imparable. Pasaron muchas horas desde que terminó el partido y todavía sigo con la misma sensación de asco con la que me fui del estadio.
Primero hubo partido de futbol, con un primer tiempo que lo mostró más punzante al equipo de Cañada, pero con fallas en la definición. Llegó en varias oportunidades, pero Olmedo, Sandoval y compañía no acertaban al arco. El local no encontraba la pelota y ni que hablar de llegar hasta Londero. Cuando se iba el primer tiempo, corner desde la izquierda del ataque de Adeo, lo ejecuta Olmedo fuerte y con comba, la pelota pica en el borde del área chica, los defensores miran y el arquero no atina a nada, el balón se mete junto al segundo palo para delirio de la parcialidad visitante.
En el segundo tiempo el local salio decididamente a buscar el empate, Adeo se paró de contra. Almafuerte iba pero se encontraba con una defensa muy firme y un arquero que está pasando un gran momento. A la visita no le salió ninguna contra para definirlo. A los 34’ Suárez se mandó por la derecha, enganchó hacia el medio y sacó un zurdazo fuerte que se le metió a Londero junto a su caño derecho para poner el 1 a 1. Los últimos minutos fueron mas friccionados que jugados, llegó el pitazo de Bottoni para que Adeo festeje el tricampeonato. Lo que debía ser una fiesta pasó a ser un caos.
La hinchada local se la agarró con Bottoni, de flojo partido, arrojándole todo lo que encontraban a mano cuando éste se dirigía hacia los vestuarios. La policía no tubo mejor idea de tirar balas de gomas hacia cualquier lado son medir las consecuencias. Mientras a pocos metros mío un colega y amigo sangraba después de recibir dos impacto de bala en la cabeza yo me preguntaba ¿Qué carajo hago yo acá?. ¿Se merece mi familia que yo los deje preocupado cada vez que voy a una cancha? Todas esas familias que fueron a las canchas ¿se merecían un final así? ¿Puede ser que un minúsculo grupo de inadaptados y un puñado de policías incapaces nos arruinen una fiesta?
Si que nadie se enoje, desde mi ignorancia y con humildad me pregunto ¿los delegados, en vez de prohibirle la entrada a los periodistas a las reuniones de la liga, no se tendrían que preocupar por: la designación de los árbitros, era Bottoni el indicado para dirigir este partido; la seguridad dentro y fuera de los estadios; están en condiciones las canchas de las ligas para disputar partidos de fútbol, y para que se jueguen semifinales o finales; nadie piensa en la comodidad de la gente y de los periodistas; quien controla el operativo policial, no solamente en cantidad sino también en calidad; quien controla a la gente que entra alcoholizada, con alguna sustancia demás, con gomeras, etc., etc.; quien controla las calles adyacentes al estadio llenas de palos y piedras propicias para una gresca? Ah! acuérdense que cuando se esté desarrollando el próximo campeonato, Sportivo comienza a jugar en el Argentino B. podría seguir enumerando un montón de cosas mas, pero la angustia que tengo superan a las ganas de escribir.

Horacio Bianchi