Mientras continúa la incesante búsqueda de su paradero, las hijas de Raúl Alberto AbateDaga, el jubilado de 67 años que desapareció sin dejar rastros de esta ciudad hace once días, definieron a su padre como un hombre “lúcido, de extrañar a los gatos que tienen en la casa, y muy dependiente de ellas hasta en las cuestiones más domésticas”, y aseguraron que no llevaba dinero encima ni prendas de vestir cuando salió de su casa.
De esta manera, Patricia (39) y Claudia (42) sen animaron a hacer declaraciones a este diario luego de mostrarse un poco reacias a las apariciones públicas. “Es un hombre que hasta le costaba dormir con otra almohada que no fuese la que tenía en su cama. Entendemos que esta ausencia es porque algo le ha pasado”, dijo Patricia.
Señalaron también que la casa estaba bien administrada (con ingresos por jubilación y alquileres de varias propiedades), sin deudas, de muy buen comer, sano, y de una vida tranquila. Estaba radicado en Cañada de Gómez desde hacía diez años porque antes vivía en Las Parejas.
El único aspecto que lo tenía un poco triste, “pero contenido”, era la muerte de su esposa ocurrida en abril del año pasado. “Lo que más nos llama la atención es que resulta imposible que se haya fugado por voluntad propia y sin dinero”, subrayaron.
Fuente: La Capital
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