El ex titular del IncucaiArmando Perichón, afirmó que la sociedad está más preparada que muchos médicos para posibilitar los operativos de ablación. Asegura que cada vez más estudiantes se interesan por el tema en la UNR
Desde que se realizó el primer trasplante en Argentina (1928, doctor Antoni Manes, Hospital Rawson, Buenos Aires, previa ablación de córneas) hasta hoy, los médicos dedicados a esta especialidad tuvieron que trabajar mucho en la tarea de difusión, tanto para concientizar a la sociedad de la importancia de la donación de órganos, como para eliminar los fantasmas que siempre rondaron al tema.Sin embargo, y a pesar de las variadas leyendas que circularon de boca en boca (referidas a supuestos secuestros con el fin de extraer órganos a la población, o mails que relataban tétricas historias sobre personas engañadas y sedadas a las que luego de anestesiadas se les quitaba uno de sus dos riñones y se las volvía a depositar en su casa como si nada hubiese ocurrido) el mayor escollo en la procuración de órganos no parece estar en la comunidad donante, sino en el perfectible sistema sanitario.Por esa razón, en 2006, Armando Perichón, quien se desempeñaba entonces como director del Centro Único de Ablación e Implante de Órganos (Cudaio) de Santa Fe, impulsó la creación de la materia “Donación y trasplante. Un enfoque médico y social”, como disciplina electiva (optativa) en la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario. “La UNR fue la primera Universidad del país en incorporar la materia”, destacó Perichón en diálogo con Rosario3.com, quien además es docente titular de la materia. A ella se sumó la UBA en 2007 (cuando Perichón pasó a presidir el Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablacion e Implante, Incucai), y la Universidad de Córdoba en 2008.“El objetivo sigue siendo el mismo del comienzo: poder insertar realmente en el medio sanitario el tema de la donación de órganos, ya que ahí está el mayor problema. Muchos posibles operativos de ablación e implante se pierden por factores que tienen que ver con el sistema sanitario, y no con la voluntad de la gente de donar órganos, que ha crecido mucho”, aseguró.Entre los factores que influyen en esto, el profesional señaló la falta de preparación del personal sanitario para pedir una interconsulta a tiempo, cuando un paciente no tiene posibilidad de sobrevida y sus órganos, en caso de que la familia acepte, pueden ser donados. “Pero también influyen en forma negativa, los problemas estructurales del sistema sanitario que aún hoy siguen existiendo, y la actitud de algunos profesionales que quizás desbordados dicen: mirá si voy a ocuparme de un muerto con todos los vivos que tengo que atender”, agregó.
Desde que se realizó el primer trasplante en Argentina (1928, doctor Antoni Manes, Hospital Rawson, Buenos Aires, previa ablación de córneas) hasta hoy, los médicos dedicados a esta especialidad tuvieron que trabajar mucho en la tarea de difusión, tanto para concientizar a la sociedad de la importancia de la donación de órganos, como para eliminar los fantasmas que siempre rondaron al tema.Sin embargo, y a pesar de las variadas leyendas que circularon de boca en boca (referidas a supuestos secuestros con el fin de extraer órganos a la población, o mails que relataban tétricas historias sobre personas engañadas y sedadas a las que luego de anestesiadas se les quitaba uno de sus dos riñones y se las volvía a depositar en su casa como si nada hubiese ocurrido) el mayor escollo en la procuración de órganos no parece estar en la comunidad donante, sino en el perfectible sistema sanitario.Por esa razón, en 2006, Armando Perichón, quien se desempeñaba entonces como director del Centro Único de Ablación e Implante de Órganos (Cudaio) de Santa Fe, impulsó la creación de la materia “Donación y trasplante. Un enfoque médico y social”, como disciplina electiva (optativa) en la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario. “La UNR fue la primera Universidad del país en incorporar la materia”, destacó Perichón en diálogo con Rosario3.com, quien además es docente titular de la materia. A ella se sumó la UBA en 2007 (cuando Perichón pasó a presidir el Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablacion e Implante, Incucai), y la Universidad de Córdoba en 2008.“El objetivo sigue siendo el mismo del comienzo: poder insertar realmente en el medio sanitario el tema de la donación de órganos, ya que ahí está el mayor problema. Muchos posibles operativos de ablación e implante se pierden por factores que tienen que ver con el sistema sanitario, y no con la voluntad de la gente de donar órganos, que ha crecido mucho”, aseguró.Entre los factores que influyen en esto, el profesional señaló la falta de preparación del personal sanitario para pedir una interconsulta a tiempo, cuando un paciente no tiene posibilidad de sobrevida y sus órganos, en caso de que la familia acepte, pueden ser donados. “Pero también influyen en forma negativa, los problemas estructurales del sistema sanitario que aún hoy siguen existiendo, y la actitud de algunos profesionales que quizás desbordados dicen: mirá si voy a ocuparme de un muerto con todos los vivos que tengo que atender”, agregó.
Fuente: R3
1 comentario:
EL MAYOR OBSTACULO EN BS AS ES EL SISTEMA SANITARIO,SI LO SABREMOS EN SANTA FE DESPUES DE 25 AÑOS DE GOBIERNOS CORRUPTOS,INUTILES,Y DE ACOMODADOS.
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