viernes, 21 de marzo de 2014

SIN ACUERDO, LA UOM DE CALÓ EVALÚA PROTESTAS

a cúpula nacional de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que encabeza Antonio Caló , se declaró ayer en "estado de alerta" ante la indefinición de su paritaria y ratificó su exigencia de un aumento salarial del 30 por ciento.
La Casa Rosada tiene altas expectativas sobre la resolución de este convenio, ya que por ser el sindicato del jefe de la CGT oficialista podría servir de referencia para el resto de las negociaciones. Por esta razón, por lo menos dos funcionarios del Gobierno le sugirieron la semana pasada a Caló cerrar un acuerdo por debajo del 30 por ciento.
En la última reunión entre la UOM y las cámaras empresarias, no se avanzó en nada. Habrá otro encuentro el martes próximo en el Ministerio de Trabajo. Hasta ahora, las posturas están como al comienzo. La oferta de los hombres de negocios fue de un aumento del 24% en tres cuotas de 8%, por pagarse en abril, julio y octubre. Y no serían acumulativas. También se ofreció un pago adicional de $ 1000 como compensación por la inflación. Pero la cúpula metalúrgica se plantó en su pedido inicial: una suba salarial del 30% y la garantía de un sueldo mínimo de $ 6500.
"Los empresarios buscan el enfrentamiento entre la UOM y el Gobierno. Saben que desde el Gobierno se sugirió un 25%, entonces ofrecen un 24% con posibilidades de estirarse uno o dos puntos y que la Casa Rosada actúe como árbitro", insistió en esa teoría uno de los 52 jefes de seccionales que participó ayer de una cumbre metalúrgica en la sede de Lugano.
En un intento de mostrarse abierto y democrático, Caló escuchó ayer la postura de todos los dirigentes de la UOM. Tras el encuentro, se dispuso unificar la voz del gremio con un comunicado oficial en el que se ratificó el pedido de aumento salarial de un 30% y se amenazó con "medidas de acción directa" en caso de no alcanzar una solución. En el mensaje, además, se les hizo un pedido a los empresarios: "Consideren de manera seria y responsable el pedido realizado a los efectos de resolver la problemática que hoy tenemos los trabajadores".
Como parte de su endurecimiento, Caló autorizó que la seccional Capital de la UOM se sumara ayer a una protesta con el gremio UTSA Software para exigir paritarias ante la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos. Es parte del desembarco de la UOM en la puja por los afiliados que se desempeñan en la industria del software.
Caló está sufriendo la presión de las bases. Ayer, delegados de diez seccionales de la UOM tendieron puentes con Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Y dejaron un mensaje: "La lucha debe ser con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes".
Como sucedió con Moyano cuando estaba cerca del kirchnerismo, el Gobierno vuelve a ser parte de una tensa disputa con su principal aliado sindical. Pero Caló no está aún dispuesto a romper su alianza. Anoche participó de un acto en Foetra por el 24 de marzo, junto con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el líder de La Cámpora, Andrés Larroque.
Fuente: www.lanacion.com.ar

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