miércoles, 7 de julio de 2010

7 DE JULIO: CONSERVACIÓN DEL SUELO

La década del 70 era la de los primeros años de la soja, la que prácticamente se cultivaba en su totalidad sobre trigo, “de segunda”.

Normalmente la cosecha del trigo concluía poco antes de Navidad y había que agudizar las estrategias para poder sembrarla lo antes posible ya que diez días de diferencia en ese momento del año eran fundamentales para lograr un buen rendimiento, previa arada, rastra y rolo. Había que agudizar el ingenio para lograrlo, se trabajaba día y noche y en algunos casos se llegaba a la quema del rastrojo para que la soja no tuviera problemas de enraizamiento, sin tener en cuenta que en un rato se destruía lo que en 100 años había aportado la naturaleza. Luego llegó el tiempo de la labranza mínima, reemplazando el arado de rejas por uno de discos.
Corría el año 1979 cuando un Parejense por elección, don Elvio Cavallo, preocupado por la conservación de los suelos de sus campos se decide a emprender el camino de la siembra directa. Fue uno de los pioneros en ese método trabajo en la provincia de Santa Fe. Lo guiaba el Ing. Rogelio Fogante como asesor –uno de los propulsores del sistema en el país- y lo secundaban –entre otros- don Tomás “Pirulo” Palazzo en la adaptación –artesanal- de una vieja máquina sembradora marca Cartechini de 5 surcos elegida por su gran peso y don Danilo Monti al comando del tractor y la siembra.
Ningún productor de la zona apostaba nada a que ese método, y menos aún ese cultivo, prosperara. A espaldas se escuchaban lapidarios rumores y risas escépticas. Pero Don Elvio tenía su estrategia: cuando el cultivo estuvo en su grado óptimo de desarrollo, hizo colocar un cartel sobre la actual ruta 178, donde hoy se exhibe esa sembradora, que decía: PARA INCRÉDULOS, ESTO ES LABRANZA CERO, el mismo que ahora dice “30 años de Agricultura Sustentable”.
Pero como era de prever y como corresponde a alguien del genio de Don Elvio, su triunfo no podía quedar manifestado solamente de esa manera, así que tomó un marcador y escribió algo debajo de la palabra “incrédulos”, que solo podía leerse muy de cerca. Vi salir de allí a más de un agricultor meneando la cabeza, luego de leer como había quedado armada la frase: “PARA BOLUDOS, ESTO ES LABRANZA CERO”.

Jorge Montechiani
Nota: Gracias a Jorge y este escrito, volvimos a recrear pensamientos sobre ese tipo tan especial que fue Elvio Cavallo, un adelantado. Gracias Jorge; nos vemos , Elvio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

lo recuerdo ese cartel, y me acuerdo que por la ignorancia propia de la gente que trabajaba en ese momento hera resitido, hasta que salio a luz todos los veneficios de la labranza cero y ahora con los nuevos productos que dan mas produccion , alimentos y plata para hacer obras...
ELVIO, REALMENTE UN ADELANTADO EN TODO, NO SOLO EN ESTO....

Anónimo dijo...

Ja, nada de lo que hiciera Cavallo (para nosotros "El Jefe") iba a pasar desapercibido. Eso es lo que deja su marca en el tiempo. Gracias por recordarlo.