¿HASTA CUANDO?

Junto con los colegas de la otra radio, con mis compañeros de FM Contacto llevo recorrido miles de kilómetros por las canchas de la Liga. Hace exactamente 22 años, desde febrero de 1988, que a través de distintos medios cubro los partidos de la Liga Cañadense, siempre con las mismas precariedades que imponen las canchas de fútbol regional a pesar del paso de los años.El sábado no nos tocó a Horacio, al Gringo o a mí simplemente porque no era nuestro día. Le pasó a Alberto, a quien teníamos a solo dos metros de distancia, pero bien podría haber sido uno de nosotros o los colegas de Cañada de Gómez o Carcarañá que también estaban en la cancha. En los últimos años veo cada vez más violencia e intolerancia en las canchas de nuestra región, producto de la degradación social cada vez mas creciente a la que estamos cayendo en la Argentina. Veo también mayor cantidad de policías aunque paradójicamente veo también mayor inseguridad, señal de que cantidad no es sinónimo de calidad. Todos los dirigentes de la Liga se quejan, aunque no lo hagan públicamente, de que la policía cada vez exige mayor cantidad de efectivos, muchas veces pensando en el negocio de los adicionales y n en brindar verdadera seguridad. No lo dicen públicamente porque sienten horfandad en el respaldo pólítico. No hay intendente ni senador en la región, siempre tan susceptibles a las críticas y tan pendientes de otras cuestiones, que se haga cargo de ese reclamo. A partir de hechos como el de ayer me surgieron algunas preguntas: en tiempos de mayor especialización en cualquier área ¿está capacitada nuestra policía para hacer frente a operativos diferenciales como son los espectáculos deportivos? En su paso por la Escuela de Policía ¿tienen alguna materia que se llame por ejemplo Prevención o control de hinchas? ¿Cuántos cursos han hecho los policías de nuestra región al respecto con verdaderos especialistas? Debo recordar que estos mismos policías que todos los fines de semana van a la cancha son los mismos que conviven diariamente con el delito, persiguiendo ladrones o actuando en accidentes de tránsito, más allá de que cada situación tenga su propia dinámica.En el caso de ayer, fue uno de esos seres anónimos venidos desde Santa Fe o Rosario el causante del disparo. Ataviado con su disfraz de acero, escondido detrás de un escudo y un casco. Aunque en este caso solo se trate de un desequilbrado mental vestido de policía que seguramente forma parte de esa legión de personas que parecen regodearse con la violencia o con la situación de poder que significa tener un arma o un uniforme. Siempre me surgió la duda sobre qué comentaran en sus charlas de regreso ¿viste cuántos tiros disparamos hoy, viste cómo se caía la gente a la que nos cargábamos con nuestras balas? No debe ser tan dificil identificarlo. En algún lugar debe haber un registro de los policías que hicieron adicionales en ese partido, incluso hasta podría suponer que la policía de Las Rosas tiene esa lista necesaria para que cada uno de ellos cobre por el servicio prestado. Hay filmaciones, fotografías y decenas de testigos oculares que no olvidaremos su cara sonriente ante cada disparo. ¿Será capaz la policía de entregar esa lista o asumirá una actitud corporativa, cubriendo a sus ovejas negras en detrimento de la buena policía? Que existe y creo que es la mayoría, aunque alguno me tilde de ingenuo. Son solo preguntas, como se verá. Respuestas, por ahora, lamentablemente no tengo ninguna.

Pablo Amadei/Foto Pablo Bermúdez (noticias más noticias)