domingo, 30 de agosto de 2009

HASTA SIEMPRE QUERIDO "GORDO"

En este mundo, hay momentos en los que inevitablemente nos debemos poner tristes porque alguien a quien queremos o apreciamos, nos dice adiós. Pero siempre quedan esos recuerdos, esas anécdotas y el legado que nos deja la buena persona, es por eso que desde Celeste de Corazón le queremos rendir un pequeño pero sincero homenaje a Primo Joaquín Di Lallo, “El Gordo”, “Dila” o “Chico Dila” como lo conocían sus amigos; una persona que amaba a Argentino, fué técnico de primera división y contagió su amor por los colores del cielo a todo el mundo. Algunos de sus parroquianos y amigos recuerdan:

Adrián “Chico Zula” Cirioni.
En el año ‘79 cuando fuimos a jugar la final con Correa, me fui para “El Chaparral” con el bolsito. Nos subimos todos al camión y partimos para Correa. Cuando llegamos a la cancha me escoltaron hasta los vestuarios, adelante iba “el Gordo”, un poco mas atrás yo y detrás mío toda la banda. “El chico Dila” era un hincha de verdad, de esos que van a todos lados, nunca lo vi despotricar a ningún jugador, era una persona que lo sentía mucho al club. En los clásicos íbamos al bar y salíamos todos de a pie hasta la cancha. Conmigo siempre fue una excelente persona. El mejor recuerdo que tengo de él es que era un buen tipo y un gran hincha de Argentino, que realmente sentía la camiseta, un tipo que defendió los colores celestes en todos lados, que siempre le gustó que jugáramos con jugadores locales, que apostemos a los pibes, desde nuestra época hasta ahora.

Francisco Mario “Bobby” Ursi.
Como persona siempre fue buen tipo. Me acuerdo que tenía un amigo en Las Rosas que jugaba en el
Kemmis, “La Pepa” Zapata, y en su época de técnico, lo fueron a hablar una noche, como a la 1 de la mañana, para que no los vean la gente del Kemmis, con “Tapita” Bruneti. Acordaron todo y “La Pepa” venía el domingo a jugar para Argentino, junto con José Agatti. Llega el domingo y “El Gordo” lo esperaba en el vestuario, pero la incorporación no llegaba. -“¿Donde está la Pepa que no llega?, no llega. ¿Ya salió?”. Hasta que uno le avisa que por radio decían que estaba jugando para Sportivo. Resulta que esa tarde, cuando Zapata venía para Las Parejas con el bolso, todo listo para jugar en Argentino, en la entrada del pueblo lo hacen bajar en la ruta unos dirigentes de Sportivo, le ofrecen más plata y se lo llevan a jugar a su club.

José Luís “Coco” Schell.
Él la llevaba muy adentro a la Celeste. Cuando llegué de Las Rosas, él me ayudo mucho porque no podía conseguir trabajo, siempre me decía: -“No te hagas problema campeón, quedate tranquilo que vas a comer igual”. Al club me acercó él junto con Tapita y Cossia, siempre me decía que debía meterme en una comisión, que era capaz y muy trabajador, me insistía hasta que le hice caso. El Chaparral es como la segunda sede de la Celeste. En la época de la hinchada del Chaparral nos juntábamos todos en el bar, cortábamos papelitos, colgábamos las banderas y después salíamos todos juntos para la cancha. Éramos muy unidos. Los domingos yo me levantaba temprano, venía al bar y arreglaba la cancha de bochas, por si alguien quería jugar. Al rato caía “El Gordo” con una pila de diarios y nos poníamos a cortar papelitos para tirar en la cancha, bolsadas de papeles!!!


Armando López.
Dila de fútbol sabía un montón, te explicaba, te ensañaba. Panchito Calvo
al principio jugaba de 7 y fue él quién lo hizo jugar de 5. A Zulú siempre
le aconsejó que demuestre todo lo que sabía en los partidos importantes.
Una vez fuimos a jugar a General Roca, yo jugaba en la segunda, y en la charla técnica se nos acerca y nos dice: “Muchachos, no se hagan expulsar porque el domingo jugamos el Clásico”. Cuatro nos echaron ese día!!! En el vestuario cuándo hablaba se armaba un gran silencio, no volaba una mosca!!! Los domingos en lo que se jugaba el clásico el bar se llenaba de banderas, era una fiesta, bombas y banderas celestes por todos lados. Era muy raro que falte a la cancha, salvo que haya estado enfermo o tenga algún problema, sino era el primero en estar. Don Emilio Natali venía siempre al bar y se ponían a hablar de fútbol por horas.

Carlos Gauna.
No te andaba con vueltas, siempre te hablaba de frente, te explicaba muy bien las cosas y de fútbol sabía mucho. Cuando jugábamos de visitante, antes de ir a la cancha íbamos a algún bar y se enojaba si querías pagarte la bebida, siempre invitaba él. Vivía hablando de Argentino, me contaba historias y anécdotas, sobre todo de la época del Tri Campeonato, se acordaba de aquellos jugadores y los nombraba siempre. Verlo llorar de la emoción en el 2000 cuando salimos campeones, es algo que no voy a olvidar nunca. Cuando se ganaba un clásico había fiesta en el Bar hasta las 3 o 4 de la mañana, pero cuando se perdía a las 8 ya se cerraban las persianas.

Enrique Schell.
Era buen compañero, buen muchacho. Siempre te daba consejos en todo. Como persona siempre fue muy buena, nunca se hacía problema por nada, era muy querido, no sólo en el barrio, sino por todos lados. En Armstrong, en Tortugas, lo conocía todo el mundo como “El Gordo del Chaparral”. Tenía una bandera muy grande de Argentino y de fútbol sabía un montón; te cantaba la justa! Acá en el barrio de 100 hinchas de Argentino, 50 los hizo él, mirá si dejo herencia “el Gordo”.

Fuente: Revista Celeste de Corazón.
PD: Este recuerdo para el Gordo se demoró; hallamos la nota de la revista y nos pareció que valía publicar el sentimiento de quienes lo conocieron mejor que nosotros. Gracias muchachos de Celeste de Clorazón.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas son las cosas que nos diferencian de los demas.......

Anónimo dijo...

el primer comentario es desubicado. Soy del Lobo, lo conocí al Gordo y puedo decir que fue un buen tipo. Hay gente buena y mala en todos lados y los clubes no son la excepción. No pretendas jugar un clásico en esa cancha porque no da.

Anónimo dijo...

un hincha q no iba mas a la cancha hace diez años?

Anónimo dijo...

no!! IGNORANTE ME REFIERO AL TRATO QUE HACE LA GENTE DE AAC CON ESTOS PERSONAJES