Tratándose de él, no cabia que se fuera un día cualquiera... por ejemplo un jueves 15 o un lunes 23.
Era un tipo especial y la fecha de su partida también debía serlo.
Lo conocí hace algo más de 30 años y se me presentó como un tipo apasionado por la electrónica, la radio, el tango, Argentino... y la vida misma.
Elegante, fino para vestir, agudo en sus observaciones, de humor ácido, corrosivo a veces... Presumido. Amigo de contar anécdotas y bromear con los singularidades de los demás.
Alguna vez disfruté con sus ocurrentes bromas, por ejemplo la que en el Hotel Piccolini le hiciera a un empleado de Banco Nación al que, inventando una transmisión radial, le cantó el número ganador de la lotería (el suyo) o la vez que llamó al amigo hacendado que había puesto en venta algunas vacas, haciéndose pasar por empleado de una ganadera; luego de hacerle contar sobre la bondades de su plantel, cerrar el diálogo telefónico aludiendo a la reputación de libertinas y casquivanas de sus vaquitas... y cortar abruptamente la llamada.
Lo sé, una crónica más prolija que ésta dará cuenta de su actividad como rotario o presidente de Argentino, impulsor de autódromo Don Eduardo o gestor del Comedor Padre Arturo Santntonio, por ejemplo. En relidad otros se encargarán mejor de los reconocimentos en tiempo y en forma, aquí solo pretendo dejar establecida la pena por su partida. Extrañaré el privilegio de compartir un café y un poco de su rica experiencia.
¡Que pena no creer en otra vida! Pero, si me equivoco y la hay, nos estaremos viendo Elvio...
Para mi, un cortado liviano, que esa vez pagaré yo.
Luis Blanco
1 comentario:
Lamento no haber estado en la ciudad para despedir a un amigo y un hombre fantástico como Elvio. El aprendizaje que dejan tipos como él son algunas de las cosas importantes de este corto paso por la vida. Se fue un ser distinto, lo vamos a extrañar. Sergio Bollatti.-
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